Tras casi dos años críticos, uno de los principales destinos del turismo nacional inició su camino de reconstrucción comercial. No obstante, desde el sector turístico reclaman créditos subsidiados
Después de casi dos años, Iguazú, uno de los destinos turísticos más importantes del país comienza a reactivarse. “Tuvimos un promedio del 80% de ocupación hotelera este fin de semana largo, pleno empleo en el sector y la proyección para los próximos meses es excelente”, dijo el presidente de la Asociación Hotelera, Gastronómica y Afines de Puerto Iguazú (AHGAI) Santiago Lucenti. No obstante, el empresario sostuvo que el sector necesita una línea de crédito con tasa subsidiada con un período de gracia para re inversión en el sector de hotelería “porque los recursos que estamos generando están destinados a pagar sueldos y deudas atrasadas”. “Es imposible hacer inversiones sin ayuda crediticia del Estado nacional”, enfatizó.
Además del turismo, el otro rubro que tiene pleno empleo es el de las estaciones de servicio debido a la presencia de brasileños y paraguayos que hacen largas filas para llenar con 15 litros (cupo establecido) de combustible por cada vez que cargan. “Se estableció el cupo de 15 litros para los extranjeros por cada venta, por eso muchos brasileños y paraguayos cargan combustible y vuelven a la fila porque el ahorro es de 100 pesos promedio por litro”, subrayó Marcarlo Vera, playero de una de las estaciones de servicio quien a la vez comentó “que muchos ciudadanos que residen en Iguazú llenan sus tanques y se lo venden a los extranjeros, lo que les permite ganar unos 3.000 pesos por tanque”.
Los extranjeros hacen hasta dos horas de fila. “Llegamos a las 8:00, so las 10.00 y estamos aguardando, mientras tanto mi mujer parada, hace fila más atrás a pie, es decir me guarda el lugar porque sólo nos permiten cargar 15 litros por vez y mi tanque tiene 40 litros. Cargo en total 30 litros y la diferencia son unos 3.000 pesos argentinos, a la vez aprovechamos y compramos en los supermercados principalmente vino que conseguimos a menos de la mitad de precio que en Foz de Iguazú y lo revendo en mi negocio”, reveló el comerciante brasileño José Almeida.
La mayoría de las estaciones de servicio sólo recibe pesos argentinos o tarjetas de crédito internacionales. Es por ello que aparecieron los denominados “arbolitos” instalados a metros de las estaciones de servicio ofreciendo el cambio de reales o guaraníes por pesos. “Hoy (por este lunes) el Real se cotiza a 33 pesos para la compra y 35 pesos para la venta; mientras que por cada guaraní recibían tan solo 0,15 pesos argentinos”, dijo Jorge F., cambista ubicado a metros de la frontera.
A la vez, a pocos metros de otra estación de servicio que recibía dólares además de pesos argentinos, se encontraban otro grupo de “arbolitos” que ofrecía la moneda norteamericana a 198 pesos argentinos. “Nosotros trabajamos para otras personas, somos simples vendedores de dólares que nos ganamos el pan del día”, dijo Manuel P, ubicado frente a una de las estaciones de servicio del centro de Iguazú.
Otro de los rubros que se activó es el alquiler de locales comerciales. “Volvimos a ver una ciudad plena con locales comerciales alquilados”, contó el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Iguazú y a la vez dueño de una inmobiliaria Joaquín Barreto. “La mayoría de los alquileres se pactaron en pesos, sólo dos locales comerciales sobre una de las calles céntricas se acordado en el valor del dólar oficial”, agregó.
También el rubro gastronómico resurgió. “Estamos volviendo a la época prepandemia”, dijo Solange Picco, encargada de un restaurante.
El planteo de los propios lugareños es que los precios en los comercios suben casi a diario.” Los comerciantes, aprovechando la ola de brasileños, van subiendo los precios de los productos -alimenticios principalmente- y nuestros sueldos no se acomodan a esas subas”, dijo Guillermo R., empleado de un supermercado céntrico
Atrás quedó la ciudad desolada de hace no más de un año por la pandemia de coronavirus, como así también un aeropuerto internacional y las propias Cataratas del Iguazú, que poco a poco comienzan a retomar el ritmo y el nivel habitual de movimiento turístico y comercial.